Una investigación publicada en la revista Chilhood Education
intenta demostrar que estamos alimentando mucha mitología alrededor de los
niños y la tecnología. Las dos investigadoras, Lydia Plowman y Joanna McPake,
se centraron en observar el comportamiento de niños de entre tres y cuatro años
con móviles, tabletas y videoconsolas durante un año.
Y estos son los siete mitos que describen:
1. Los niños y la tecnología no deben mezclarse
El mundo se divide entre los padres que creen que sus hijos
deben interactuar cuanto antes con la tecnología porque así serán más listos y
guapos, y los que protegen a su prole de Internet y los gadgets para no
estropear su mundo de fantasía e inocencia. Lo que encontraron las
investigadoras es que la postura de los padres influía poco en las preferencias
de los niños. En general, todos los adultos consideraban que debían procurar un
balance entre los juegos tradicionales y los electrónicos pero,
independientemente de eso, los chicos mantenían sus prácticas. También
corroboraron que no había diferencias en las habilidades sociales, la salud o
el aprendizaje de los niños que pasaban mucho tiempo con sus juegos
electrónicos y los que llevaban una vida, digamos, más analógica.
2. Todos los niños son "nativos digitales"
Hay una creencia de que existe un vínculo natural entre los
niños pequeños y la tecnología. Hemos escuchado muchas veces decir que un niño
de tres o cuatro años (un nativo digital) sabe usar un teléfono o una tableta
mejor que sus padres (inmigrantes digitales). Según esta investigación, los
nativos digitales no están tan cómodos como creemos usando estos gadgets, menos
aún un ordenador. Y lo que hacen los niños es imitar a los mayores, poco hay de
esa intuición digital que todos insistimos en ver. Y, dicho sea de paso, es el
método por el que han aprendido siempre los niños. Lo que dice la investigación
es que entre los tres y cuatro años muchos niños no son "nativos
digitales" (según la definición de Marc Prensky (2001) aquellos que han
crecido con la tecnología y se sienten cómodos con ella). Cuando preguntaban a
los niños, muchos decían que usar un ordenador era "difícil" y se
sentían "sobrepasados". La teoría de las investigadoras es que los
ordenadores han sido creados con lenguaje adulto y que hasta que los niños
aprenden a leer no entienden muy bien cómo funcionan. La llegada de las
tabletas ha mejorado bastante esta relación, aún así al parecer los niños de
entre tres y cuatro años no comprenden las convenciones del diseño de las interfaces
de Internet, ni siquiera en el caso de los juegos. Todo lo que hacen es el
resultado de imitar a los adultos que tienen a su alrededor y que quieren creer
que los niños saben más que ellos.
3. La tecnología entorpece las relaciones sociales
Muchos adultos creen que el exceso de tecnología aísla a los niños y no los ayuda a creer
habilidades sociales. La experiencia de esta investigación dice que los
pequeños (entre tres y cuatro años) lo mezclan todo. Tienen la televisión
encendida todo el día pero la ignoran si hay otra cosa que les interesa más.
Les gusta ver series o dibujos repetidamente, pero luego quieren jugar (en modo
analógico) con los muñecos de la serie, a los que visten y dan roles al estilo
clásico. Interactúan y preguntan a los adultos sobre cosas que han visto en las
tabletas o en los juegos. Lo que no
parece conveniente es que pasen mucho tiempo solos, con tecnología o sin ella.
4. La tecnología domina la vida de los niños
No juegan en la calle, no practican ejercicio físico, engordan...
y todo es culpa de Internet. Pues esta investigación sugiere que la tecnología
no tiene una influencia tan fuerte en el estilo de vida de los niños. Al menos,
cuando se les pedía a los padres que describieran las actividades de sus hijos
durante tres fines de semanas consecutivos apenas se mencionaba Internet.
También es cierto que muchos estaban de acuerdo en que la vida de muchos niños
estaba dominada por lo digital. Pero siempre era la de otros, no la de sus
hijos. Las investigadoras reconocen que en este asunto puede haber un sesgo
importante. Ya sabéis, mis hijos siempre son mejores que los otros, y yo soy el
mejor padre o madre del mundo. Los niños del estudio empleaban Internet para
ver programas de la tele, compartir vídeos en YouTube o hablar con la familia
vía Skype.
5. Jugar=Aprender
No está tan claro que los niños siempre aprendan a través de
la tecnología. Ni todo lo contrario.
6. Si el juego es interactivo es educativo
Aunque muchos juguetes interactivos aseguran mejorar la
capacidad de concentración o aprendizaje, muchas veces estas promesas son solo
eso, promesas. Según esta investigación, el uso de las tabletas puede entrenar
a los niños en el uso de una pantalla táctil o en la comprensión de la
interacción con otros a través de la red, pero no garantiza un aprendizaje
rápido o más sofisticado que los medios convencionales. "La interacción
tecnológica es más escasa que la humana, y hasta el momento ninguna tecnología
es suficientemente inteligente para adaptarse a alguien que está aprendiendo a
leer del modo en que lo haría un maestro", dicen las conclusiones.
7. Los niños necesitan dominar la tecnología para sus vidas futuras
Muchos padres creen que tienen que exponer cuanto antes a
sus hijos a las nuevas tecnologías para asegurarles una buena vida y no
crearles una desventaja respecto a otros niños. Otros piensan que este esfuerzo
no vale la pena porque la tecnología cambia cada día, y lo que aprendan ahora
ni siquiera existirá cuando empiecen a ir al colegio. Una visión que comparten
las autoras del estudio que creen que no hay que preocuparse tanto porque es
imposible saber qué necesitarán, en términos de tecnología, los bebés de hoy
cuando pisen por primera vez la escuela.

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